Si comparamos el yogurt natural y la leche entera se observa que una taza de yogurt contiene mas proteína y calcio que una taza de leche y un poco menos de sodio. (Obviamente esto depende de la manera en que se elabora el yogurt y de la marca del mismo).
El yogurt contiene poca grasa y muy poco colesterol.
Para las personas que son intolerantes a la lactosa, que es el hidrato de carbono de la leche, ésta es una buena noticia, ya que el yogurt contiene menos lactosa que la leche y algunas personas lo toleran mejor.
¿Por que debo consumirlo?
El yogurt se ha considerado como un alimento probiótico. Un alimento probiótico se considera “un cultivo o mezcla de cultivos de microorganismos vivos incorporados a algunos productos para beneficiar la salud del huésped humano o animal a través de la flora intestinal”, esto quiere decir, que éste tipo de alimentos se elaboran a partir de bacterias benéficas para el organismo, que, al ingerirlos, pueden sobrevivir a los ácidos del estómago y llegar intactas al intestino donde llevan a cabo su misión.
Como ya es sabido, el tracto gastrointestinal contiene una microflora normal, es decir, tenemos miles y millones de bacterias (buenas y malas) que habitan en nuestro intestino. Es por esto que se necesita que haya una relación mayor de bacterias benéficas, que compitan por ocupar los lugares de las bacterias patógenas como la E. coli y Streptococcus entre otras.
Pero, a todo esto, ¿de que me sirve tener tantas bacterias “buenas” en mi organismo? Hay que señalar que desde principios del s. XX, se han investigado estas bacterias benéficas y se ha encontrado que:
- Intervienen en los procesos digestivos
- Metabolismo de vitaminas: Mientras exista un equilibrio en la microflora, las funciones metabólicas de síntesis y absorción de vitaminas (especialmente la K, B12 y ácido fólico) se va a llevar a cabo.
- Regulan el sistema inmune o de defensa del organismo: Las bacterias probióticas pueden estimular la producción de inmunoglobulinas A (IgA), células plasmáticas, linfocitos y macrófagos; todos ellos responsables de la defensa de nuestro organismo.
- Previenen el cáncer: El consumo de probióticos ha demostrado tener efectos antimutagénicos. Según el Nacional Institute of Cancer de Estados Unidos, la gente que consume yogurt, tiene mucho menos riesgo de padecer cáncer que la gente que no lo consume. Además, varios estudios con animales demuestran que los probióticos ayudan a la supresión de tumores, lo cual necesita más investigación, para saber el mecanismo de acción específico, así como el efecto sobre diferentes tipos de tumores.
- Modulan la motilidad del intestino.